La Historia de las Piedras de la Natividad

¿Que hace a estas piedras tan especiales?

Las Piedras de la Natividad son piedras provenientes de la Cueva de la Natividad, excavadas a solo algunos pies de la estrella que marca el lugar de nacimiento de Jesucristo dentro del pesebre. La Cueva de la Natividad, en Belén, es el sitio que los cristianos desde el pasado reconocen como el lugar de nacimiento de Jesús. Este lugar comenzó a ser adorado justo después de su muerte. En 325 A.C. la Emperatriz Helena de Constantinopla construyó una Iglesia sobre esta cueva. Esta es la Iglesia Cristiana más antigua en el mundo.

Las Piedras de la Natividad fueron traídas a los Estados Unidos en 1964 mediante los esfuerzos de Stanley Slotkin, un filántropo y arqueólogo principiante. Mientras visitaba la Cueva de la Natividad, Slotkin observo que una porción de la pared del pesebre iba a ser removida. El mayor Elías Bandak de Belén, anfitrión de Slotkin, explico que la excavación se hacia para crear otra salida para los miles de visitantes que visitan la Cueva de la Natividad cada año.

Al ver la pared ser desmantelada Slotkin reflexionaró. Hacia más de dos mil años que Jesús había nacido en ese cuarto y esa pared había visto la gracia de su presencia. Podía sentir la historia y la magnitud del evento que había sucedido en esa habitación, el nacimiento de Jesús. Los Cristianos en los Estados Unidos seguramente valorarían algo proveniente de este lugar santo. Slotkin le pregunto al Mayor si era posible enviar las piedras de la habitación del pesebre a los Estados Unidos. Este accedió e hizo arreglos para enviarlas con un acta notarial de autenticidad.

Inicialmente, las Piedras de la Natividad fueron donadas a varias organizaciones sin fines de lucro, incluyendo la “American Heart Association” “Cystic Fibrosis Foundation” y “American Lung Association” para ser utilizadas en la recaudación de fondos. Slotkin también le dio cruces con incrustaciones de estas piedras a gente con enfermedades terminales en hospitales a través de todos los Estados Unidos, consolidando su Fe en Jesús.

A petición de Slotkin, su familia continúo distribuyendo las Piedras de la Natividad creando una colección de joyería conocida como la Colección de Piedras de la Natividad. Cada pieza fue diseñada para sostener una preciosa Piedra de la Natividad ofreciendo una manera única de mantener la presencia de Jesús en la vida diaria de cada persona. Se dieron contribuciones a caridades de Belén y a la Iglesia Griega Ortodoxa con el fin de preservar la Cueva.

La Colección de Piedras de la Natividad fue nombrada uno de los más excepcionales regalos de 1966 por la asociación de la prensa. La colección fue distribuida internacionalmente, en gran parte gracias a su presentación en televisión con el actor Ricardo Mintalban, católico devoto, y Kathy Troccoli, artista cristiana contemporánea.

Durante el jubileo del año 2000, la Colección de Piedras de la Natividad fue seleccionada por la tesorería del Vaticano para ser uno de los dieciséis productos a los que se les permitiría aparecer en el emblema oficial del jubileo del 2000. Este gran honor culminó en la dedicación de una placa a las Piedras de la Natividad en el Vaticano, presentadas por el Cardenal Ruini, Vicario de la Diócesis de Roma.

En 2009 la familia de Slotkin reintrodujo las Piedras de la Natividad con la esperanza de compartir estas piedras una vez más con cristianos alrededor del mundo hasta que todas las piedras sean distribuidas. Una porción de las ganancias de las ventas de las reliquias de las Piedras de la Natividad han sido donadas a organizaciones como “The American Cancer Society, Loyola Marymount Univeristy, St. Theresa Church of the Little Flower and the Spanish River Church.” El año pasado, las donaciones fueron hechas usando el “Christian Broadcasting Network (CBN)” y dadas a “Operation Blessing’s Water Wells program” y otras caridades en Los Ángeles. Este año, La colección de las Piedras de la Natividad planea contribuir con “World Vision” y su ayuda a víctimas de desastres naturales.

Historia de la Iglesia y la Cueva de la Natividad

Descansando en los montes de Judea, a solo unas millas de Jerusalén, se encuentra el pequeño pueblo de Belén. El nombre Belén significa “Casa de Pan” probablemente por los densos sembradíos de olivos y los valles fértiles alrededor del pueblo.

El evento más importante en la historia de Belén es el nacimiento de Jesucristo. Una noche de invierno, María y José viajaron por el camino a Belén. Cesar Augustos había ordenado un censo mundial y todos deberían regresar a su lugar de nacimiento. Ellos viajaron de Nazaret a Belén, lugar de nacimiento de José. Desafortunadamente, todas las posadas estaban llenas. José busco urgentemente una posada, ya que era hora de que María diera a luz. Finalmente encontró una cueva a las orillas del pueblo. Y fue ahí, en la Cueva de la Natividad, que el bebe Cristo nació.

En 325 D.C. el Emperador Bizantino Constantino, junto con su madre, la Emperatriz Helena, reconocieron que era oficialmente el lugar de nacimiento de Cristo. Construyeron iglesias conmemorando tres eventos principales en la vida de Jesús. Una de las iglesias era la original, la Iglesia de la Natividad, la cual fue levantada sobre la cueva en la que nació Jesús. La cueva fue protegida por una estructura de 8 paredes y la Iglesia fue construida sobre esta. El interior de la iglesia fue diseñado con mármol, mosaico y murales. Un pesebre/cuna de plata fue colocado en la Cueva de la Natividad.

St. Jerone, un monje que vivía en Belén, escribió acerca de la negligencia en la que se encontraba la iglesia y otros lugares sagrados en el pueblo. Esta negligencia continúo hasta que la revuelta samaritana, destruyo la iglesia original en 529. El emperador Justino del imperio Bizantino, envió tropas y la revuelta fue aplastada. Rápidamente, el Patriarca de Jerusalén le pidió ayuda a Justiniano para resucitar la iglesia arruinada. Justiniano reconstruyo la iglesia por completo dejándola como se encuentra ahora.

Tiempo después, los musulmanes invadieron Palestina. Monasterios en Belén fueros destruidos y muchos de sus ocupantes, asesinados. La Iglesia de la Natividad fue protegida por orden del Califa Omar. Durante esa época, varios viajeros hicieron peregrinaje a Belén para visitar el lugar sagrado del nacimiento Jesús. Más tarde bajo el reinado normando Belen prospero. Los años comprendidos entre 1099 y 1187 fueron conocidos como la ocupación latina de Jerusalén. Los peregrinajes a Belén aumentaron y esta fue elevada a Obispado en 1110.

Se han tomado medidas para proteger la Iglesia y la Cueva de la Natividad de la destrucción, dándole oportunidad a generaciones futuras de visitar y ver la sagrada y hermosa conmemoración del nacimiento de Jesucristo. Los teólogos consideran a la iglesia de Belén y la Cueva de la Natividad el lugar más sagrado en el mundo cristiano.